Celedonio Flores
Sonatina
Celedonio Flores
La bacana está triste, ¿qué tendrá la
bacana?
Ha perdido la risa su carita de rana
y en sus ojos se nota yo no sé qué penar;
la bacana está sola en su silla sentada,
el fonógrafo calla y la viola colgada
aburrida parece de no verse tocar.
Puebla el patio el berrido de un pebete
que llora,
tiran bronca dos viejas y chamuya una
lora
mientras canta "I Pagliacci" un
vecino manghín,
la bacana no ríe, la bacana no siente,
la bacana parece que ha quedado
inconsciente
con el mate ocupado por algún berretín.
¿Piensa acaso en el coso que la espera en
la esquina?
¿En aquel que le dijo que era muy
bailarina
con tapín de mafioso, compadrito y ranún?
¿En aquel que una noche le propuso el
espiante?
¿En aquel cajetilla, entallao de
elegante?
¿O en aquel caferata que es un gran
pelandrún?
¡Oh la pobre percanta de la bata rosa!
quiere tener menega, quiere ser poderosa,
tener departamento con mishé y gigoló,
muchas joyas debute, un peleche a la
moda.
Porque en esta gran vida el que no se
acomoda
y la vive de grupo, al final se embromó.
Ya no quiere la mugre de la pieza
amueblada,
el bacán que la shaca ya la tiene
cansada,
se aburrió de esa vida de continuo ragú;
quiere un pibe a la gurda que en el baile
con corte
les dé contramoquillo a los reos del
Norte,
los fifí del Oeste, los cafishios del Sú.
-"¡Vamos, vamos pelandra! -dice el
coso que llega-,
esa cara de otaria que tenés no te pega,
levantate ligero y unos mangos
pasá".
Está el patio en silencio, un rayito de
luna.
se ha colado en la pieza mientras la
pelandruna
saca vento de un mueble y le dice:
-¡Tomá!
Pa'
lo que te va durar!
Tango 1935
Música: Guillermo Barbieri
Letra: Celedonio Flores
Estás cachuzo a besos, te han descolao a
abrazos,
se te ha arrugao la cara de tanto
sonreir.
¡Si habrás ensuciao puños en mesas de
escolaso!
¡Si habrás gastao alfombras, muchacho
bailarín!
¡Cómo tembló Palermo cuando sacando vales
pelaste la de cuero repleta de tovén!
¡Cómo tembló Griselda cuando esos
carnavales
marcaba ciento veinte tu regia
voiturette!
Pa' lo que te va a durar tanta alegría y
placer
cuando entrés a recoger eso que vos hoy
sembrás,
cuando te des cuenta exacta de que te has
gastao la vida
en aprontes y partidas, muchacho, te
quiero ver.
Vos sos el que no pide, vos sos el que no
ruega,
vos sos al que ninguna mujer lo
despreció,
vos sos el que no tiene temores cuando
juega,
vos pedís por derecha habiendo banca o
no.
Y por noble y derecho vas dejando a
pedazos
en esa caravana tu noble corazón:
en esa caravana de aciertos y fracasos
con que adornás tu vida de taura y
gigoló.
Musa
rea
Tango
Música: Gabriel Clausi
Letra: Celedonio Flores
No tengo el berretín de ser un bardo,
chamuyador letrao, ni de spamento.
Yo escribo humildemente lo que siento
y pa' escribir mejor, ¡lo hago en
lunfardo!...
Yo no le canto al perfumado nardo
ni al constelao azul del firmamento.
Yo busco en el suburbio sentimiento...
¡Pa' cantarle a una flor... le canto al
cardo!...
Y porque embroco la emoción que emana
del suburbio tristón, de la bacana,
del tango candombero y cadencioso,
surge a torrentes mi mistonga musa:
¡es que yo tengo un alma rantifusa
bajo esta pinta de bacán lustroso!
La
musa mistonga
Tango 1926
Música: Antonio Polito
Letra: Celedonio Flores
La musa mistonga de los arrabales,
la mistonga musa del raro lenguaje
que abrevó en las aguas de los madrigales
y al llegar al pueblo se tornó salvaje,
la que nada sabe de abates troveros
que hilvanaron dulces endechas de amores
pero que, por boca de sus cancioneros,
conoce la vida de sus payadores.
La que nada sabe de los caballeros
de acción en las lides de los cintarazos,
pero sabe casos de jugarse enteros
un par de malevos a prueba de hachazos;
que ignora la gloria de un día vivido
bajo la fragante fronda de Versalles,
pero sale alegre cuando ha anochecido
a ver los muchachos jugar por las calles.
A ver cómo pasan felices parejas
y se torna alegre la cara del ciego
si escucha que hilvana sus canciones
viejas
el buen organito que mentó Carriego;
que ignora la cuita de la princesita
que pecó indiscreta con el rubio paje,
pero que se apena porque Milonguita
ha dado un mal paso y llora su ultraje.
Que no se ha enterado que en una pavana
se lucieron reyes de blasón y rango...
Su amigo, el malevo, hace filigranas
en el duro piso y al compás de un tango;
al compás de un tango donde abreva ahora,
para literarios implacables males,
en la suburbana paz evocadora,
la musa mistonga de los arrabales.
Atenti
pebeta
Tango 1929
Música: Ciriaco Ortiz
Letra: Celedonio Flores
Cuando estés en la vereda y te fiche un
bacanazo,
vos hacete la chitrula y no te le
deschavés;
que no manye que estás lista al primer
tiro de lazo
y que por un par de leones bien
planchados te perdés.
Cuando vengas para el centro, caminá
junando el suelo,
arrastrando los fanguyos y arrimada a la
pared,
como si ya no tuvieras ilusiones ni
consuelo,
pues, si no, dicen los giles que te han
echao a perder.
Si ves unos guantes patito, ¡rajales!;
a un par de polainas, ¡rajales también!
A esos sobretodos con catorce ojales
no les des bolilla, porque 1e perdés;
a esos bigotitos de catorce líneas
que en vez de bigote son un espinel...
¡atenti, pebeta!, seguí mi consejo:
yo soy zorro viejo y te quiero bien.
Abajate la pollera por donde nace el tobillo,dejate
crecer el pelo y un buen rodete lucí,
comprate un corsé de fierro con remaches
y tornillos
y dale el olivo al polvo, a la crema y al
carmín.Tomá leche con vainillas o chocolate con churros,
aunque estés en el momento propiamente
del vermut.
Después comprate un bufoso y, cachando al
primer turro,
por amores contrariados le hacés perder
la salud.
Consejos
reos
Milonga
Música: Carlos Acuña / Carlos Mayel (J.L.
Anastasio)
Letra: Celedonio Flores
Se deschavó la sordina
con voz ronca de malevo
una noche de confidencia
delante de un copetín;
desde entonces bien presentes
las palabras siempre llevo
de aquel muchacho de línea
sin poses ni berretín.
"En asuntos de mujeres
cada cual juega su carta,
yo conozco muchos ranas
que se han casado después,
el amor es un anzuelo
donde el más lince se ensarta
y donde se pierden muchos envidos
con treinta y tres.
"Sobre eso no des consejos
ni al que es tu mejor amigo
y menos si anda enredado
con alguna cusifai;
es como llevar sardinas
pá que las vendan en Vigo
o como mandar naranjas
a Asunción del Paraguay.
"Procurá no darte dique
con las treinta y tres de mano,
esperá que el otro envide
y después lo revidás,
vos sabés que no es derecho,
ni es canchero, ni es humano
faroliarle en compadrito
cuando al otro lo sobrás.
"Cuando entrés a una carpeta
donde vayás convidado
desconfiá de las barajas
y los puntos al jugar;
un mango tiene más fuerza
que un caballo desbocado,
y en la timba hasta tu viejo
te va a tirar a matar.
"Procurá cortarte solo
y piantá de la reclame,
la patota y la reclame
son compromisos de honor.
Ya dijo un consejo gaucho:
«El buey solo bien se lame».
Yo digo:Pá ciertas cosas
si no se lame mejor.
"No le des bola al amigo
que es necio si anda mamao,
es siempre un lío a la fija
que hay que saber evitar,
mamate de vez en cuando
que eso no es nigún pecado
pero hay que saber mamarse
como hay que saber jugar.
"No saqués nunca de grupo
el bufoso ni el cuchillo
si no es pá jugarte entero
en un momento fatal."
La tristeza de un recuerdo
lo hizo poner amarillo
como si un remordimiento
le hiciera un copo final..
Enrique
Santos Discépolo
Yira
yira
Tango 1930
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo
Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.
Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.
Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...
Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
Te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!
Tormenta
Tango 1939
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo
¡Aullando entre relámpagos,
perdido en la tormenta
de mi noche interminable,
¡Dios! busco tu nombre...
No quiero que tu rayo
me enceguezca entre el horror,
porque preciso luz
para seguir...
¿Lo que aprendí de tu mano
no sirve para vivir?
Yo siento que mi fe se tambalea,
que la gente mala, vive
¡Dios! mejor que yo...
Si la vida es el infierno
y el honrao vive entre lágrimas,
¿cuál es el bien...
del que lucha en nombre tuyo,
limpio, puro?... ¿para qué?...
Si hoy la infamia da el sendero
y el amor mata en tu nombre,
¡Dios!, lo que has besao...
El seguirte es dar ventaja
y el amarte sucumbir al mal.
No quiero abandonarte, yo,
demuestra una vez sola
que el traidor no vive impune,
¡Dios! para besarte...
Enséñame una flor
que haya nacido
del esfuerzo de seguirte,
¡Dios! Para no odiar:
al mundo que me desprecia,
porque no aprendo a robar...
Y entonces de rodillas,
hecho sangre en los guijarros
moriré con vos, ¡feliz, Señor!
Confesión
Tango 1931
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo / Luis
César Amadori
Fue a conciencia pura
que perdí tu amor...
¡Nada más que por salvarte!
Hoy me odias
y yo feliz,
me arrincono pa' llorarte...
El recuerdo que tendrás de mí
será horroroso,
me verás siempre golpeándote
como un malvao...
¡Y si supieras, bien,
qué generoso
fue que pagase así
tu buen amor..!
¡Sol de mi vida!...
fui un fracasao
y en mi caída
busqué dejarte a un lao,
porque te quise
tanto...¡tanto!
que al rodar,
para salvarte
solo supe
hacerme odiar.
Hoy, después de un año
atroz, te vi pasar:
¡me mordí pa' no llamarte!...
Ibas linda como un sol...
¡Se paraban pa' mirarte!
Yo no sé si el que tiene así
se lo merece,
sólo sé que la miseria cruel
que te ofrecí,
me justifica
al verte hecha una reina
que vivirás mejor
lejos de mí..!
Infamia
Tango 1941
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo
La gente, que es brutal cuando se ensaña,
la gente, que es feroz cuando hace un
mal,
buscó para hacer títeres en su guiñol,
la imagen de tu amor y mi esperanza...
A mí, ¿qué me importaba tu pasado...?
si tu alma entraba pura a un porvenir.
Dichoso abrí los brazos a tu afán y con
mi amor
salimos, de payasos, a vivir.
Fue inútil gritar
que querías ser buena.
Fue estúpido aullar
la promesa de tu redención...
La gente es brutal
y odia siempre al que sueña,
lo burla y con risas despeña
su intento mejor...
Tu historia y mi honor
desnudaos en la feria,
bailaron su danza de horror,
sin compasión...
Tu angustia comprendió que era imposible,
luchar contra la gente es infernal.
Por eso me dejaste sin decirlo, ¡amor!...
y fuiste a hundirte al fin en tu destino.
Tu vida desde entonces fue un suicidio,
vorágine de horrores y de alcohol.
Anoche te mataste ya del todo y mi
emoción
te llora en tu descanso... ¡Corazón!
Quisiera que Dios
amparara tu sueño.
muñeca de amor
que no pudo alcanzar su ilusión.
Yo quise hacer más
pero sólo fue un ansia.
Que tu alma perdone a mi vida
su esfuerzo mejor.
De blanco al morir,
llegará tu esperanza,
vestida de novia ante Dios...
como soñó.
Chorra
Tango 1928
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo
Por ser bueno,
me pusiste a la miseria,
me dejaste en la palmera,
me afanaste hasta el color.
En seis meses
me comiste el mercadito,
la casiya de la feria,
la ganchera, el mostrador...
¡Chorra!...
Me robaste hasta el amor...
Ahura,
tanto me asusta una mina,
que si en la calle me afila
me pongo al lao del botón.
¡Lo que más bronca me da,
es haber sido tan gil!
Si hace un mes me desayuno
con lo qu' he sabido ayer,
no er'a mí que me cachaban
tus rebusques de mujer...
Hoy me entero que tu mama
"noble viuda de un guerrero",
¡es la chorra de más fama
que ha pisao la treinta y tres!
Y he sabido que el "guerrero"
que murió lleno de honor,
ni murió ni fue guerrero
como m'engrupiste vos.
¡Está en cana prontuariado
como agente 'e la camorra,
profesor de cachiporra,
malandrín y estafador!
Entre todos
me pelaron con la cero,
tu silueta fue el anzuelo
donde yo me fui a ensartar.
Se tragaron
vos, "la viuda" y "el
guerrero"
lo que me costó diez años
de paciencia y de yugar...
¡Chorros!
Vos, tu vieja y tu papá,
¡Guarda!
Cuidensé porque anda suelta,
si los cacha los da vuelta,
no les da tiempo a rajar.
¡Lo que más bronca me da,
es haber estao tan gil!
•
Homero
Manzi
Betinoti
Milonga 1939
Música: Sebastián Piana
Letra: Homero Manzi
En el fondo de la noche
la barriada se entristece
cuando en la sombra se mece
el rumor de una canción.
Paisaje de barrio turbio
chapaleado por las chatas
que al son de cien serenatas
perfumó su corazón.
Mariposa de alas negras
volando en el callejón,
al rumorear la bordona
junto a la paz del malvón.
Y al evocar en la noche
voces que el tiempo llevó,
van surgiendo del olvido
las mentas del payador.
Estrofa de Betinotti
rezongando en las esquinas.
Tristezas de chamuchina
que jamás te olvidarán.
Angustias de novia ausente
y de madre abandonada
que se quedaron grabadas
en tu vals sentimental.
Y la noche de los barrios
prolongó un canto de amor
animando tu recuerdo
¡Betinotti, el Payador!
•
El
último organito
Tango 1949
Música: Acho Manzi
Letra: Homero Manzi
Las ruedas embarradas del último organito
vendrán desde la tarde buscando el
arrabal,
con un caballo flaco y un rengo y un
monito
y un coro de muchachas vestidas de
percal.
Con pasos apagados elegirá la esquina
donde se mezclan luces de luna y almacén
para que bailen valses detrás de la
hornacina
la pálida marquesa y el pálido marqués.
El último organito irá de puerta en
puerta
hasta encontrar la casa de la vecina
muerta,
de la vecina aquella que se cansó de
amar;
y allí molerá tangos para que llore el
ciego,
el ciego inconsolable del verso de
Carriego,
que fuma, fuma y fuma sentado en el
umbral.
Tendrá una caja blanca el último organito
y el asma del otoño sacudirá su son,
y adornarán sus tablas cabezas de
angelitos
y el eco de su piano será como un adiós.
Saludarán su ausencia las novias
encerradas
abriendo las persianas detrás de su
canción,
y el último organito se perderá en la
nada
y el alma del suburbio se quedará sin
voz.
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Sur
Tango 1948
Música: Aníbal Troilo
Letra: Homero Manzi
San Juan y Boedo antigua, y todo el
cielo,
Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre florando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.
Sur,
paredón y después...
Sur,
una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé...
San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó
pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura del sueño que murió.
Ver
partitura
Valsecito
de antes
Vals
Música: Antonio Sureda
Letra: Homero Manzi
Valsecito que traes el perfume
de los bailes debajo del parral,
y el recuerdo del gringo organista
que sonaba por el arrabal.
La poesía del barrio de entonces
se despierta en tu viejo compás,
y la mente dibuja el paisaje
de un patio estrellado detrás de un
portal.
Para llorar tu sentir
te enredás en el violín,
y acollarás el matungo de tu son
al bajo del bandoneón.
Y si sopla un vendaval
en la huella del querer,
en la guitarra gentil del payador
sos el lamento mejor.
Los muchachos te rezan silbando
y las pibas te cantan también.
Y el trovero gangoso del barrio
en tus notas diluye un desdén.
Y si junto a la reja en tus sones
se perfuma la voz de un cantor,
un par de ojos borrachos de ensueño
te dicen las gracias con un lagrimón.
Si en la esquina pintada del barrio
se destrenza tu humilde canción
de ternuras las noches plateadas
prenden una estrellita de amor.
Porque fuiste el primer cancionero
para el alma del barrio cantor,
sos la contra del tango malevo
y si él es guapeza, vos sos todo amor.
Negra
María
Milonga 1941
Música: Lucio Demare
Letra: Homero Manzi
nació María
y está en la cuna.
Nació de día,
tendrá fortuna.
Bordará la madre
su vestido largo.
Y entrará a la fiesta
con un traje blanco
y será la reina
cuando María
cumpla quince años.
Te llamaremos, Negra María...
Negra María, que abriste
los ojos en Carnaval.
Ojos grandes tendrá María,
dientes de nácar,
color moreno.
¡Ay qué rojos serán tus labios,
ay qué cadencia tendrá tu cuerpo!
Vamos al baile, vamos María,
negra la madre, negra la niña.
¡Negra!... Cantarán para vos
las guitarras y los violines
y los rezongos del bandoneón.
Te llamaremos, Negra María...
Negra María, que abriste
los ojos en Carnaval.
Bruna, bruna
murió María
y está en la cuna.
Se fue de día
sin ver la luna.
Cubrirán tu sueño
con un paño blanco.
Y te irás del mundo
con un traje largo
y jamás ya nunca,
Negra María, tendrás quince años.
Te lloraremos, Negra María...
Negra María, cerraste
los ojos en Carnaval.
¡Ay qué triste fue tu destino,
ángel de mota,
clavel moreno!
¡Ay qué oscuro será tu lecho!
¡Ay qué silencio tendrá tu sueño!
Vas para el cielo, Negra María...
Llora la madre, duerme la niña.
Negra... Sangrarán para vos
las guitarras y los violines
y las angustias del bandoneón.
Te lloraremos, Negra María...
Negra María, cerraste
los ojos en Carnaval.